lunes, 14 de junio de 2010

Futbol, futbol, y sólo futbol...

Nunca he sido fanática del futbol, en realidad es una de las mil millones de cosas que me tienen sin cuidado en la vida. Pero tratándose del mundial, le pongo algo de atención aunque lo veo desde una perspectiva distinta que me ayuda a analizar el fenómeno de las aficiones. Me parece muy interesante ver cómo millones de personas viajan a otro país y gastan todos sus ahorros para apoyar a su selección. Me parece divertido ver cómo se vuelven locos y se emocionan cantando el himno de sus países, pensando que están siendo patrióticos. Se visten con los colores de sus banderas, levantan los hombros llenos de orgullo y ponen su felicidad temporalmente en manos de once personas a los cuales les vale un cacahuate mantener contentos y orgullosos a sus seguidores. Ellos están ahí por dinero y porque ese es su trabajo.

En parte entiendo este fenómeno. La gente apoya a un equipo para sentirse parte de un grupo o una comunidad y eso es parte de nuestra naturaleza. Nos gusta la sensación de “pertenecer” y de saber que apoyamos a ese grupo; sus triunfos se convierten en nuestros triunfos y sus derrotas… nah esas no nos gustan y no nos las adjudicamos de la misma manera que los triunfos. Por otro lado, no entiendo cómo pueden dejar que la afición por un deporte rija su vida (durante el mes que dura el mundial, o los meses que dura la liguilla, etc etc etc). Hay quienes se toman tan en serio una derrota que el resto del día andan cabizbajos y enojados. Hay quienes evaden sus responsabilidades por irse a ver el futbol, al fin que están apoyando a la selección y están siendo patrióticos, no? Eso es lo que me parece insoportable de las aficiones deportivas, el hecho de que olvidan que esto es sólo un juego y al final del día tendrán que ponerse al corriente con sus trabajos, en la escuela, seguirán habiendo cuentas y recibos qué pagar y eso no se puede evadir. Me caería menos mal el futbol y su afición si no lo llevaran tan lejos, si se lo tomaran un poco más a la ligera y lo vieran solamente como el pasatiempo que es… O por lo menos que le pusieran la misma dedicación o sintieran la misma pasión por sus familias, por ayudar a su país, por trabajar para salir de la crisis o por sobresalir en un trabajo o en la escuela; eso sin duda sería digno de admirarse y llevaría a nuestro país en una dirección completamente distinta de la que ha tomado... Pero qué esperanzas de que ello suceda?

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